Las bases fundamentales de una ilustración pueden variar dependiendo del estilo y el propósito específico de la ilustración, pero en términos generales, algunas bases importantes incluyen:
Técnica y Estilo: Cada ilustrador desarrolla su propio estilo y utiliza diversas técnicas para crear sus obras. El estilo puede ser realista, abstracto, caricaturesco, entre otros, y la técnica puede involucrar técnicas tradicionales como acuarela, óleo, lápiz, o técnicas digitales como ilustración vectorial o arte digital.
Concepto y Claridad: Una ilustración debe comunicar claramente un mensaje o una idea. El concepto detrás de la ilustración debe ser claro y fácilmente comprensible para el público objetivo.
Composición: La composición se refiere a cómo se organizan los elementos dentro de la ilustración. Una buena composición tiene en cuenta el equilibrio, la armonía, el ritmo y la jerarquía visual para guiar al espectador a través de la imagen de manera efectiva.
Color y Tonalidad: El uso del color es crucial en la ilustración. Los colores pueden transmitir emociones, establecer atmósferas y enfatizar elementos importantes. La tonalidad también juega un papel importante en la creación de profundidad y volumen en la imagen.